Recalifican nadadores de rescate


Veinte nadadores de rescate de destinos de la Base Naval Puerto Belgrano, la Base de Infantería de Marina Baterías y las Bases Aeronavales Comandante Espora y Almirante Zar llevan a cabo su recalificación anual.

La recalificación dura dos semanas e incluye pruebas físicas terrestres y acuáticas; ejercicios nocturnos; saltos de borda en la dársena de Puerto Belgrano y desde un helicóptero; también repasan conceptos teóricos y prácticas de primeros auxilios y resucitación cardio-pulmonar aprendidos durante el Curso de Nadadores de Rescate.

Ayer por la mañana, en la ría de Bahía Blanca, los nadadores de rescate saltaron desde un helicóptero Sea King perteneciente a la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros.

“El ejercicio consiste en el izado de una víctima por dos rescatistas. Una vez sembrados los nadadores, uno de los que ocupan el rol de rescatistas establece contacto con el piloto mediante señas y el otro sostiene a la víctima; desde el helicóptero bajan una eslinga con un cable, se la colocan a la víctima y comienza el izado”, explicó uno de los instructores de la Escuela de Técnicas y Tácticas Navales (ESTT), suboficial segundo mecánico de sistemas Jorge Acosta.

En el momento del sembrado, al saltar al agua, los nadadores tienen que considerar la velocidad de la aeronave, la altura –saltan a 10 pies-- y la dirección del viento. Todos saltan y turnan para actuar de víctimas, generalmente los nuevos practican más los enganches que los que tienen más experiencia.

Los nadadores de rescate deben mantenerse en excelente estado físico, por lo que durante todo el año entrenan en la pista de atletismo del Estadio de Deportes de la Base Naval Puerto Belgrano y en la pileta cubierta. Además, las pruebas físicas que deben rendir son de mayor exigencia.

El suboficial segundo aeronáutico Daniel Fernández del Centro de Adiestramiento de la Fuerza Aeronaval Nº 2 (CIFA), hace 14 años es nadador de rescate. Es paracaidista de búsqueda y rescate y cuando tiene que dar un motivo por el cual eligió hacer el Curso comenta que le gusta ayudar y socorrer. Para él es importante mantenerse ejercitado tanto en el agua como en montaña y en el terreno en la base Baterías. Fuera de la Armada es guardavidas.

Por su parte, el cabo primero Walter Correa destinado en la ESTT cuenta que para él “es una experiencia muy buena, me gusta lo que hago y también estoy aprendiendo. Es mi primera recalificación porque hace un año que soy nadador de rescate. Decidí ser nadador por vocación y porque miraba lo que hacen, así me surgió la atracción por ser nadador. Uno abraza lo que hace”.

El jefe del Curso Nadadores de Rescate, teniente de navío Raúl Adrián Mercado, destaca el sacrificio que implica para los nadadores esta especialidad porque se suma al trabajo diario que tienen en sus puestos en sus destinos y porque implica un entrenamiento importante, necesitan tener mucha constancia. “Pero también está el orgullo de ser parte de un grupo reducido y de ser un rescatista”, afirmó.

“Estos saltos desde helicóptero también sirven para ejercitarse el piloto, la tripulación de la aeronave y los señaleros”, agregó. Y detalló que en estas dos semanas de recalificación tienen apoyo del Comando de la Flota de Mar que designa qué unidades navales colaboran con botes; de la Base Naval Puerto Belgrano que presta el helipuerto; los bomberos de la base naval, la ambulancia del Hospital Naval Puerto Belgrano y del Comando de la Aviación Naval que asigna horas de vuelo.

Fuente y foto: Gaceta Marinera Digital