ARRIBÓ DE MARAMBIO, LA DOTACIÓN 40


Luego de prestar funciones en la Base Marambio durante un año de manera ininterrumpida, 37 militares entre los que se encontraban tres mujeres, aterrizaron en el Aeroparque porteño Jorge Newbery a bordo de un Hércules C-130.

El miércoles 18 de noviembre, cerca del mediodía, la plataforma se colmó de familiares, amigos y gran cantidad de chicos que esperaban con ansias la llegada del contingente.

Con una ceremonia, fueron recibidos por el titular de la Fuerza Aérea Argentina, brigadier general Normando Costantino, el comandante de Operaciones Aéreas, brigadier Juan Alberto Macaya, el secretario general, Jorge Mario Reta y el director de Asuntos Antárticos de la Fuerza Aérea, comodoro Osvaldo Marchesini.
Además, se hicieron presentes representantes de otras Fuerzas Armadas y de Seguridad.


Mientras descendían del Hércules, que en la parte superior lucía la Bandera Nacional, la Orquesta Sinfónica de la Institución les dio la bienvenida con música de películas.

“Gracias a todos por el excelente trabajo realizado. Han superado nuestras expectativas y anhelos. Lo que ustedes hicieron no es otra cosa que hacer Patria”, finalizó emocionado el brigadier general Costantino cuando recibió y saludó a cada uno de los integrantes de la dotación, acompañado del resto de las autoridades.

El momento más conmovedor fue cuando el suboficial principal Marcelo Cardozo se reencontró con su esposa Susana Fernández y recibió en sus brazos a su pequeña hija Kiara, de tan sólo cuatro meses, a la que conoció por chat. “No me la imaginaba tan linda; es hermosa y además es sanita, que es lo más importante. Aunque muchos me decían que es parecida a mí, veo que es igual a la mamá”, comenta entre risas.
Costantino los felicitó y le entregó un ramo de flores a la esposa del suboficial.

Cardozo, de 44 años, está destinado en la Estación Meteorológica Bernardo de Irigoyen de la provincia de Misiones. “Realmente viví momentos magníficos y me llevo muchos amigos. Estoy feliz de haber cumplido mi objetivo”, afirmó el militar abrazado de su esposa y de la nueva integrante de la familia.

La ceremonia finalizó cuando los familiares y amigos corrieron eufóricos al encuentro de los héroes que esperaban con ojos brillosos un fuerte abrazo de sus seres queridos, luego de tantos meses de separación.

El jefe saliente, vicecomodoro Enrique Videla, también charló con Noticias en Vuelo y comentó que “estar en Marambio es una experiencia única. Además, es un orgullo para mí haber podido festejar en la Base los 40 años de su aniversario y recordar a sus precursores.
Aunque fue muy duro estar allá, porque es un lugar muy inhóspito y requiere de mucho sacrificio, el afecto de los amigos y de la familia fue muy importante.
Este año se logró un compañerismo impresionante entre todos. Fuimos 37 desconocidos y volvimos 37 amigos. Muchos puedan pensar que es irreal lo que voy a decir, pero para mí este fue el mejor año de mi vida; encontré mi lugar en el mundo y volvería otra vez”.

OTRAS CEREMONIAS

En las instalaciones de la Base Marambio, el jueves 29 de octubre se realizó una cálida ceremonia para celebrar los 40 años de su creación. En tanto, el martes 17 de noviembre el comandante de Operaciones Aéreas, brigadier Juan Alberto Macaya encabezó el acto en el que el comodoro Roberto Luis Aguirre asumió como nuevo jefe de la dotación, reemplazando al vicecomodoro Videla.

LA BASE MARAMBIO

En agosto de 1969, un grupo de 21 hombres de la Fuerza Aérea Argentina se instaló en la Antártida a fin de construir un lugar apto para aterrizajes de aviones de gran porte.

Fue así que, el 29 de octubre de ese año, luego de mucho esfuerzo, utilizando elementos precarios y trabajando en condiciones marginales, quedó inaugurada la pista de aterrizajes que dio vida a la Base Aérea Marambio, puerta de entrada al Continente Blanco.

Está ubicada en la isla homónima del Sector Antártico Argentino, a 200 metros sobre el nivel del mar, sobre una meseta que contiene a la pista de aterrizaje y que permite que operen aviones durante todo el año.

Desde ese día, la Fuerza Aérea Argentina, por disposición del Ministerio de Defensa, mantiene un servicio aéreo único y permanente desde el territorio continental, trasladando personal y brindando apoyo logístico a la Base.

Su pista facilita una comunicación regular entre el resto de las bases nacionales y extranjeras y posibilita las operaciones de apoyo a la investigación científica que distintas entidades realizan en la región.

Fuente y fotos: FAA