Recortan 40% de los vuelos para aliviar Ezeiza


Después de dos días de caos e improvisación, Aerolíneas Argentinas canceló en promedio el 40% de sus vuelos de cabotaje: de los 62 programados para el viernes pasaron a 40. El punto de quiebre será mañana, cuando el aeropuerto de Ezeiza retome el volumen de vuelos habituales. Y si funciona, el esquema se mantendrá hasta que termine el arreglo de la pista del Aeroparque Jorge Newbery, el 1 de diciembre.

Hasta el momento no se anunciaron modificaciones para los vuelos regionales. Y tampoco hubo precisiones sobre lo que sucederá con las consecuencias económicas en la industria turística. “El cierre de Aeroparque era un hecho totalmente previsible, no una catástrofe natural. No se tomaron las medidas para evitar el caos y además del daño a nuestra gente, se perjudica a los turistas y también a la imagen del país”, alertó ayer el ministro de Cultura y Turismo porteño, Hernán Lombardi.

Es que más allá del aumento en el tráfico que produjo el traslado de los vuelos de Aeroparque, los problemas explotaron el jueves tras el paro de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), liderada por Jorge Pérez Tamayo, que lleva un largo enfrentamiento con la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA).

El secretario de Transportes de la Nación, Juan Pablo Schiavi, se puso al frente del conflicto y admitió la imprevisión. “Evidentemente los problemas que se generaron fueron más de lo previsto debido a que Aerolíneas Argentinas posee hoy un volumen de vuelos que superó la capacidad del aeropuerto”, dijo al tiempo que anunciaba la creación de un Comité de Crisis conformado por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), la Policía de Seguridad Aeroportuaria, Aeropuertos 2000, Aerolíneas Argentinas y el Organo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA). No hubo declaraciones del presidente de Aerolíneas, Mariano Recalde.

A las demoras propias del viernes, se habían sumado los pasajeros varados el día anterior. El conflicto se extendió durante la madrugada (ver Ocuparon...) Y por la mañana comenzaron a partir los micros contratados por la compañía aérea. También hubo operadores de turismo que pagaron micros privados para sus pasajeros. “Produce angustia saber que los extranjeros no volverán al país porque se llevan un mal recuerdo. Nos costó resolver la situación porque ya no hay plazas en los hoteles”, sostuvo una agente turística que pasó la madrugada en Ezeiza.

A pesar de la suspensión de 14 vuelos, ayer por la tarde el panorama en la Terminal C comenzaba a cambiar. Caras largas, pero más de intriga que de enojo. Y un poco de incomodidad porque la falta de bancos obligaba a los pasajeros a instalarse sobre los carritos de valijas con libros, diarios y crucigramas para matar el tiempo. Si hasta había un grupo de japoneses que jugaban a las cartas sin pensar en lo que sucedía alrededor.

La muchedumbre se agolpaba ante las puertas de embarque, donde un empleado voceaba el número de vuelo (y hasta dejaba un margen para el humor cuando repetía “Comodoro a la una, Comodoro a las dos”).

Ana y Borja miraban sorprendidos. “Somos de Bilbao y estamos de vacaciones. Llegamos a Buenos Aires hace cuatro días y ahora vamos a Trelew. No nos podemos quejar, porque parece que el vuelo está en horario”, contaron a Clarín. Natalia y Laura esperaban la partida de un vuelo a Córdoba. “Ojalá no haya problemas, porque el lunes tenemos que estar de regreso, vamos a pasar el domingo con la familia”, coincidieron.

Esa cola se mezclaba con la de los que llenaban formularios para recuperar el dinero gastado en alojamiento y transporte. “Es para los que quieren cobrar en efectivo. Si no, pueden hacer el reclamo en nuestras sucursales”, informaron desde Aerolíneas Argentinas.

Los extranjeros miraban con cara de sorprendidos y no dejaban de fotografiar las pantallas azules que anticipaban lo que iba a suceder. Las partidas de las 17.10 a Bariloche, 18.30 a Córdoba, 19.10 a Salta y 19.30 a Trelew habían sido suspendidas con anticipación. Lo mismo que los arribos de las 21.42 desde Córdoba y 22.59 desde Iguazú. Mientras que los vuelos que debían llegar de Bariloche a las 17.36 y de Calafate a las 18.31 figuraban como “demorados”.

“Estamos cancelando los vuelos de cabotaje con anticipación. Ninguna provincia se quedó sin vuelos. A través del call center avisamos a los pasajeros para que no vayan a Ezeiza”, dijeron en Aerolíneas. Cuando es posible, se reasigna el vuelo. Si no, aseguran que devuelven la plata.

Fuente: Clarìn