En un comunicado de prensa del día 4 de mayo, FAdeA informa que hace una semana (3 de mayo), el TC–66 dejó la planta para cumplir con los destinos planificados por la Fuerza Aérea Argentina.
Es de destacar que la aeronave puesta a nueva tiene varias décadas de funcionamiento en nuestra Fuerza Aérea cumpliendo, entre otros, un rol destacado en el Proyecto Antártico Argentino.
Tras un exhaustivo trabajo de desarme y reparación integral, fue restaurado a nuevo y modernizado en sus sistemas de navegación. Efectivamente, esta aeronave fue desarmada en un 80 por ciento en los talleres, inspeccionada estructuralmente y en gran parte de sus sistemas y ha merecido un profundo trabajo de reparación, incluyendo fabricación de aeropiezas, como también la reparación de tres de sus cuatro motores, para ser finalmente repintada integralmente en nuestra planta. Con el cumplimiento de este contrato, FAdeA reafirma su fortaleza como taller de mantenimiento de aviones de gran porte con capacidad supletoria de fabricación de aeropiezas y modernización de sistemas y actualiza su inserción en el mercado mundial aerotécnico de máxima exigencia.
Este avión es un orgullo de la Fuerza Aérea nacional ya que es la primera aeronave de gran porte que realizó un vuelo transpolar uniendo tres continentes, en diciembre de 1973, cuando despegó del aeroparque Jorge Newbery, hizo escala en la base Marambio, luego en la base antártica McMurdo, para finalmente arribar a Nueva Zelanda y finalizar en Canberra (Australia). Hoy podemos decir que es un orgullo también de la ingeniería argentina y de la industria cordobesa, ya que después de 38 años de operaciones que incluyeron la guerra de Malvinas e infinidad de aterrizajes en las difíciles condiciones del hielo antártico, está de nuevo en operaciones configurada con sistemas modernos de implementación local y con una proyección de 6 años sin exigencias de mantenimiento mayor.
Fuente: FAdeA
Foto: TC-66 en exposición durante el Airshow 2008 (FAA)