El Gobierno comenzó una investigación administrativa interna sobre un posible sabotaje en un motor del avión presidencial Tango 01, que registró un sospechoso recalentamiento el 6 de mayo último, justo después de haber viajado a El Calafate para llevar a la Presidenta. Desde entonces, la Casa Rosada dispuso que la aeronave dejara de volar.
Por orden de Cristina Kirchner, el secretario general Oscar Parrilli inició un sumario para determinar las causas del desperfecto, trámite que quedó en manos del jefe de la Casa Militar, teniente coronel Agustín Rodríguez. Pero Rodríguez y los voceros de Parrilli no respondieron las consultas de LA NACION.
La Presidenta, que viajará hoy a La Rioja, tiene disponibles otros tres aviones: el Tango 02, el Tango 03 y el Tango 10. Además, alquiló otra aeronave, un Gulfstream G4, para vuelos internacionales.
Luego de varios incidentes, en marzo de 2008 la jefa del Estado había ordenado reasignar $ 52 millones en el presupuesto para comprar un nuevo avión. Pero en agosto de ese año anunció que desistiría de la operación para disponer de esos recursos y construir dos hospitales.
Según versiones, las sospechas de sabotaje apuntan dentro del Gobierno a sectores de la Fuerza Aérea, que tienen a su cargo el mantenimiento de los aviones de la Presidenta. Sin embargo, reina un absoluto hermetismo en la Casa Rosada.
En octubre de 2010, el Tango 01 había sido trasladado a los talleres de Iberia, en Madrid, para su mantenimiento de rutina, de donde regresó en diciembre. A fines de marzo de 2011 se detectó en una inspección de rutina un orificio de 2 cm de diámetro en el compresor del motor izquierdo. Tras detener los vuelos del avión, dos ingenieros de Rolls-Royce que vinieron a la Argentina dispusieron el recambio del motor, para lo cual trasladaron nuevamente la aeronave a Madrid. El motor averiado fue llevado a Gran Bretaña para ser reparado en la planta de Rolls-Royce y se colocó un motor usado, en alquiler.
A principios de este mes, el avión regresó al país y en el primer vuelo presidencial registró el recalentamiento de esa misma turbina, que ahora se investiga. La aeronave quedó alojada en la Base Aérea Militar del Aeroparque Jorge Newbery.
Aquel incidente del orificio había desencadenado otra investigación interna y una denuncia penal del ex jefe de la Casa Militar, coronel Alejandro Graham.
Fuente: lanacion.com