Escuadrón Lama: 35 años de servicio


Los Lama fueron adquiridos por la Comisión de Límites en 1973 y donados a la Fuerza Aérea Argentina, para que se encargaran de volar sobre la Cordillera. Pero los pilotos, entrenados en Buenos Aires, comenzaron a tener muchos accidentes y por eso se decidió trasladar el escuadrón a la provincia, para que los aviadores aprendieran y practicaran con frecuencia en la montaña.

El 15 de agosto de 1977 se creó el Escuadrón V de Búsqueda, Rescate y Tareas Especiales (hoy Escuadrón III), en las instalaciones de la IV Brigada Aérea. Actualmente, cuenta con tres helicópteros Lama, que si bien cumplen también 35 años, poco queda de las aeronaves originales.

Esto, porque cada cierta cantidad de kilómetros se los desarma para cambiar piezas y en algunos de esos controles hasta se les quita la pintura para colocar otra nueva.
Volar en montaña

Cuando se les pregunta a los pilotos del Escuadrón Lama -Asís Bas ‘Jeque’, Almirón ‘Rulo’ o al primer teniente Mariano Milanés ‘Mago’- cuáles son las dificultades de volar en alta montaña, señalan de inmediato una primera: además del suelo, en muchos lugares hay paredes (de roca).

También, que con la altura el motor pierde potencia y que los vientos -fuertes y cruzados- pueden provocar que al tocar tierra las aspas “flapeen” y dañen el fuselaje. Además, la nieve dificulta la percepción de la distancia a la que se encuentra el piso.

Por eso, los integrantes del grupo se capacitan como pilotos y a esas 60 horas de práctica suman otras 18 específicas en montaña. Luego del entrenamiento, dentro de sus actividades habituales, dos o tres veces por semana realizan vuelos a la Cordillera, en los que prueban aterrizar en distintos sitios y a veces transportan carga externa. Asimismo, simulan posibles emergencias y analizan cómo las resolverían.

Rescates y ayuda

El jefe de Escuadrón, Pablo Asís Bas, cuenta que llegó a Mendoza -es cordobés- en 1997. Cuando se le pregunta por alguna operación que recuerde por algún motivo especial, señala que han sido innumerables y muchas, riesgosas.

Entonces, mira hacia la pared, donde están colgadas las fotos de tres pilotos que fallecieron en su tarea a lo largo de los 35 años del grupo Lama. Y añade que en ocasiones no les toca rescatar a alguien vivo, sino entregar el cuerpo a las familias, para que puedan hacer el duelo.

Pero también recuerda que durante Semana Santa en el año 2000 participó de las tareas de búsqueda de un andinista sanjuanino que se había perdido. Después del sexto día, ya pensaban que habría muerto, pero lo encontraron herido y atrapado en una roca. La historia se conoció entonces como el milagro de Pascuas y el mayor sostiene que son las que reconfortan.

Fuente: losandes.com.ar