“Una vez que hayas probado el vuelo, caminarás por la tierra con la mirada hacia el cielo porque allí has estado y allí deseas volver”, es la frase de Leonardo Da Vinci que muy gentilmente se compartió y se vivió en la última jornada del Festival y Show Aéreo del Aero Club Salta.
El viento zonda de la mañana postergó la actividad hasta la tarde, pero la emoción no tardó mucho en apoderarse nuevamente de la gran cantidad de personas que eligieron pasar el Día del Padre con sus afectos y con la mirada al cielo.
Sin bajar el ritmo, la despedida arrancó de la mejor manera con las coreografías de la Escuadrilla Argentina de Acrobacia Aérea, que terminó robándose el corazón de cada uno de los presentes.
“A mi manera”, “Entre amigos”... fueron algunas de las canciones que sirvieron de fondo musical para que el objetivo se cumpliera y el público volara en espíritu e imaginación.
Detrás del cercado que delimitaba la zona de los vuelos las sonrisas se unían en un solo cuadro, el de la alegría de disfrutar en nuestra ciudad de un espectáculo de primer nivel.
Atrapados por la pasión de volar, los chicos también dieron su toque a la hora de cerrar el último acto de este show. “Lo que me encantó fueron los aviones que tiraban humo” fue la descripción compartida por muchos de ellos, quienes en su mayoría trataban de imitarlos con sus aviones de juguete o con los barriletes que tenían en las manos.
Un show que dejó más que instalada la admiración hacia los aviones y sus pilotos, como en aquellos cuentos que desde chicos nos transportan a viajes con destinos fantásticos con la simple acción de cerrar los ojos, pero que ayer fue más real que nunca.
A cargo de la Escuadrilla Argentina de Acrobacia Aérea desde sus inicios, allá por 1996, César Falistocco dejó en Salta su sello de calidad y amor hacia lo que hace.
“No tengo palabras para agradecer todo lo que recibí de la gente. Desde el público hasta la organización, todo se vivió de una manera maravillosa”, aseguró César, y a su vez destacó: “Voy a muchos eventos de este tipo, pero lo que sentí en Salta es único. El apoyo de la gente es algo que me conmueve”.
A bordo de tres aviones Rans, César junto a su hijo Antonio y Dino Moliné fueron los encargados de cerrar el show, como lo venían haciendo desde el viernes, hasta el domingo.
Con la interpretación del “Ave María” dieron pinceladas de arte en el cielo como también pasadas al ras del piso, que le pusieron adrenalina pura a la tarde.
Estos apasionados de la aviación supieron encontrar la manera de transformar en arte su pasión.
Fuente y foto: eltribuno.com.ar